La astrología occidental

La astrología es una disciplina que estudia la relación entre los astros y los acontecimientos terrestres, especialmente los que afectan a los seres humanos. Se basa en la idea de que existe una correspondencia o una sincronía entre el cielo y la tierra, y que los fenómenos celestes reflejan o determinan lo que ocurre en el plano humano.

La astrología tiene una larga historia que se remonta a las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, Egipto, India, China y Grecia. A lo largo de los siglos ha evolucionado y se ha diversificado según las diferentes culturas, tradiciones y métodos que la han practicado. Hoy en día, existen varios tipos de astrología que se pueden clasificar según distintos criterios.

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Uno de los criterios más comunes es el origen geográfico o cultural. Así, podemos distinguir entre la astrología occidental, la astrología china y la astrología védica. En este artículo nos centraremos en la disciplina occidental, que es la más conocida y difundida en América Latina y Europa.

¿Qué es la astrología occidental?

La astrología occidental es un sistema de creencias no científico, aunque incluye dentro de su metodología ciertos estudios científicos, como la astronomía y la geometría. El objetivo de esta disciplina occidental es conocer el destino, el carácter, la personalidad, la salud, el amor, el trabajo y otros aspectos de la vida humana a partir de la posición y el movimiento de los astros.

La astrología occidental se basa en el zodiaco tropical, que divide el cielo en doce sectores iguales llamados signos zodiacales, que corresponden a las doce constelaciones por las que pasa el sol a lo largo del año. Cada signo zodiacal tiene unas características propias que se atribuyen a las personas nacidas bajo su influencia. Los signos zodiacales son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

Además, utiliza las doce casas astrológicas, que son divisiones del cielo basadas en el lugar y el momento del nacimiento de la persona. Las casas astrológicas representan los diferentes ámbitos de la vida humana, como la familia, el trabajo, el dinero, la salud, etc. La primera casa corresponde al ascendente o signo que estaba en el horizonte oriental en el momento del nacimiento.

La astrología occidental también considera los planetas del sistema solar y sus aspectos o ángulos entre ellos para analizar la personalidad y el destino de las personas. Los planetas son: Sol, Luna (considerados luminarias), Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno (considerados planetas clásicos), Urano, Neptuno y Plutón (considerados planetas modernos). Cada planeta tiene un significado simbólico y rige uno o más signos zodiacales.

Los aspectos son las relaciones angulares entre los planetas desde el punto de vista de la Tierra. Los aspectos pueden ser armónicos o inarmónicos según sean favorables o desfavorables para la armonía entre los planetas. Los aspectos más importantes son: conjunción (0º), sextil (60º), cuadratura (90º), trígono (120º) y oposición (180º).

Para elaborar e interpretar una carta astral o natal se necesita conocer la fecha, la hora y el lugar exactos del nacimiento de una persona. La carta astral es un mapa del cielo en ese momento y lugar que muestra la posición de los signos, las casas, los planetas y los aspectos entre ellos. La carta astral permite conocer el carácter, la personalidad, las fortalezas, las debilidades, las oportunidades y los desafíos de una persona a lo largo de su vida.

¿Cuál es el origen de la astrología occidental?

La astrología occidental tiene sus orígenes durante los tiempos precristianos en Mesopotamia, especialmente en Sumeria y Babilonia. Los antiguos mesopotámicos observaban el cielo y registraban los movimientos de los astros y los fenómenos celestes, como los eclipses, las conjunciones y las estrellas fijas. También desarrollaron un sistema de escritura cuneiforme y una matemática basada en el número 60 que les permitía hacer cálculos astronómicos.

La astrología durante la antigua Mesopotamia

Los antiguos mesopotámicos creían que los astros eran manifestaciones de los dioses y que sus movimientos y posiciones tenían un significado e influencia en la vida humana. Así, la astrología mesopotámica era una forma de adivinación y de comunicación con lo divino. La astrología mesopotámica estaba dirigida principalmente a los reyes y a los asuntos políticos y sociales, ya que se consideraba que el destino del rey estaba ligado al del pueblo.

La mesopotámica influyó en la egipcia, que se desarrolló a partir del segundo milenio antes de Cristo. Los egipcios perfeccionaron los cálculos astronómicos y establecieron el año solar de 365 días y el zodiaco de doce signos de 30º cada uno. Los egipcios también asociaron los signos zodiacales con sus propios dioses y mitos. La egipcia estaba relacionada con la religión, la magia y la medicina.

La astrología mesopotámica y egipcia llegó a Grecia a través de las colonias griegas en Asia Menor y Egipto. Los griegos adoptaron el zodiaco egipcio y lo adaptaron a su propia mitología. Los griegos también introdujeron el concepto de los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua) y las cuatro cualidades (caliente, frío, húmedo y seco) que determinan las características de los signos zodiacales. Los griegos también incorporaron la filosofía, la psicología y la ética a la astrología.

La astrología durante el apogeo Griego

La astrología griega alcanzó su apogeo en la época helenística, especialmente en Alejandría, donde se produjo una síntesis entre la cultura griega, egipcia y oriental. En Alejandría se establecieron las bases y principios de la astrología occidental moderna, como el uso de las casas astrológicas, los planetas regentes, los aspectos planetarios y la carta natal. Los astrólogos más importantes de esta época fueron Claudio Ptolomeo, Vettius Valens y Dorotheus de Sidón.

La disciplina griega pasó al Imperio romano, donde se difundió entre las clases altas y bajas. Los romanos adoptaron el zodiaco griego y lo adaptaron a su propia mitología. Los romanos también usaron esta disciplina para fines personales, políticos y religiosos. Algunos emperadores favorecieron la astrología, como Augusto o Adriano, mientras que otros la persiguieron, como Tiberio o Domiciano. Los astrólogos más importantes de esta época fueron Manilio, Firmicus Maternus y Juliano de Laodicea.

La Astrología Romana

La astrología romana se extendió por todo el mundo mediterráneo y llegó a Persia, India y China. También entró en contacto con el judaísmo, el cristianismo y el islam. Estas religiones tuvieron actitudes diversas hacia la astrología, desde la aceptación hasta el rechazo. Algunos pensadores religiosos incorporaron elementos astrológicos a sus doctrinas, como Filón de Alejandría, Orígenes o Agustín de Hipona.

Resto de historia general

La astrología occidental sufrió un declive con la caída del Imperio romano y las invasiones bárbaras. Sin embargo, se conservó en Bizancio y en el mundo árabe. Los árabes recopilaron y tradujeron los textos astrológicos griegos y persas y los enriquecieron con sus propias aportaciones matemáticas, astronómicas y filosóficas. Los árabes crearon las partes arábigas o puntos sensibles del horóscopo que indican aspectos específicos de la vida.

La astrología árabe se transmitió a Europa a través de España y Sicilia durante la Edad Media. Los europeos tradujeron y comentaron los textos astrológicos árabes y los integraron con sus propios conocimientos teológicos, filosóficos y científicos. La astrología europea se desarrolló en las universidades, las cortes y los círculos intelectuales. La europea se aplicó a diversos ámbitos, como la medicina, la alquimia, la política y el arte.

La astrología europea alcanzó su esplendor en el Renacimiento, donde se produjo una renovación del interés por la cultura clásica y el humanismo. Los astrólogos renacentistas recuperaron y revisaron los textos astrológicos griegos y latinos y los combinaron con los árabes y los medievales. Los astrólogos renacentistas también incorporaron los nuevos descubrimientos astronómicos, como los de Copérnico, Galileo o Kepler. Los astrólogos más importantes de esta época fueron Marsilio Ficino, Giovanni Pico della Mirandola, Girolamo Cardano y Nostradamus.

La astrología occidental sufrió un retroceso con la llegada de la Ilustración, que promovió el racionalismo, el empirismo y el escepticismo. La astrología fue criticada y rechazada por la ciencia moderna, que demostró la falta de evidencia y de validez de sus afirmaciones. Esta disciplina fue marginada y relegada al ámbito de la superstición, la charlatanería y el entretenimiento. Algunos astrólogos que intentaron defender la astrología fueron Jean-Baptiste Morin, William Lilly y Placidus de Titis.

La astrología occidental resurgió en el siglo XIX con el movimiento teosófico, que buscaba una síntesis entre la ciencia, la religión y la filosofía. Los teósofos recuperaron y reinterpretaron los textos astrológicos antiguos y los adaptaron a sus propias doctrinas esotéricas y ocultistas. Los teósofos también introdujeron los planetas transaturninos (Urano, Neptuno y Plutón) y los asteroides (Ceres, Palas, Juno y Vesta) en la astrología. Los astrólogos más importantes de esta época fueron Alan Leo, Sepharial y Max Heindel.

Este tipo de Astrología se popularizó en el siglo XX con el movimiento de la nueva era, que promovió una visión holística e integradora de la realidad. Los astrólogos de la nueva era enfatizaron el aspecto psicológico, espiritual y terapéutico de la astrología. Los astrólogos de la nueva era también incorporaron elementos de otras tradiciones astrológicas, como la china o la védica. Los astrólogos más importantes de esta época fueron Dane Rudhyar, Liz Greene, Stephen Arroyo y Robert Hand.

¿Qué tipos de astrología occidental existen?

Dentro de la astrología occidental existen diferentes tipos o escuelas según el método o la finalidad que se persigue con ella. Algunos de los tipos más conocidos son:

  • La astrología clásica, que se basa en los textos astrológicos antiguos, especialmente los griegos, latinos y árabes. La disciplina clásica se centra en las técnicas tradicionales de predicción, como las direcciones primarias, las profecciones, las revoluciones solares o las firdarias. La astrología clásica también utiliza conceptos como las dignidades planetarias, las triplicidades, las decanatos o las estrellas fijas.
  • La astrología moderna, que se basa en los textos astrológicos del siglo XIX en adelante. La disciplina moderna se centra en el aspecto psicológico e interpretativo de la carta natal. La astrología moderna también utiliza conceptos como los planetas transaturninos, los asteroides, los nodos lunares o los puntos medios.
  • La astrología humanista, que se basa en los textos astrológicos del siglo XX en adelante. La disciplina humanista se centra en el aspecto espiritual y evolutivo de la carta natal. La astrología humanista también utiliza conceptos como los ciclos planetarios, las fases lunares, los arquetipos o la sincronicidad.
  • La astrología kármica, que se basa en los textos astrológicos del siglo XX en adelante. La disciplina kármica se centra en el aspecto reencarnativo y terapéutico de la carta natal. La astrología kármica también utiliza conceptos como las vidas pasadas, el karma, la misión o el propósito de vida.

Estos son algunos de los tipos de astrología occidental que existen, aunque hay muchos más. La astrología occidental es una disciplina muy amplia y compleja que requiere de estudio, práctica y experiencia para ser dominada. Sin embargo, también es una disciplina muy fascinante y enriquecedora que nos puede ayudar a conocernos mejor a nosotros mismos y al mundo que nos rodea.